La higiene femenina, especialmente de las zonas íntimas, es la base del
cuidado de la salud y del bienestar de las mujeres. Son muchas
las precauciones que podemos tomar si contamos con la información necesaria
para elegir los productos higiénicos y las prácticas sanitarias más
convenientes.
Si bien cuando
hablamos de higiene femenina nos referimos a todo el cuerpo de las mujeres la
mayoría de los consejos y precauciones apuntan a las zonas íntimas porque la propia fisonomía femenina es más propensa
a la producción de bacterias y virus que alteren las condiciones higiénicas
deseables. El hecho de que los genitales femeninos mantengan cierto
nivel de humedad obliga a la población femenina a asegurar una correcta higiene
de su cuerpo si no desea correr riesgos.
La mayoría de
las prácticas que podemos tomar en cuenta si prestamos atención a la higiene
femenina son sencillas pero lo que no siempre resulta fácil es hacer frente a
las costumbres que son nocivas para nuestro cuerpo.
Utiliza ropa interior adecuada
El primer
consejo a tener en cuenta tiene que ver con la ropa interior. Conviene utilizar solamente la ropa interior
que esté confeccionada un 100% en algodón. En cuanto a su lavado, no es
demasiado recomendable el uso de detergentes ni suavizantes porque pueden
causar dermatitis.
Higiene Vaginal
Uno de los
temas más conflictivos dentro de la higiene femenina suele ser la higiene
vaginal. Aunque sea costumbre entre las mujeres higienizarse varias veces al
día, debes saber que esta práctica no es recomendable. Basta con hacerlo una o dos veces al día.
Los estantes
dedicados a los productos de higiene femenina están repletos.
Sin embargo,
son muchos los productos desaconsejables. Entre ellos, las toallas femeninas
perfumadas, los aceites perfumados y todos los productos químicos que alteran
las condiciones normales de tu cuerpo.
Los cosméticos
vaginales pueden producir infecciones, así
que resultará más saludable el empleo del jabón neutro o de algún producto que
te recomiende tu ginecólogo para la particularidad de tu caso.
El jabón neutro también es bueno para realizar la higiene femenina
posterior al acto sexual. Otra práctica muy sencilla para poner en práctica es
evitar el uso de pantalones demasiado ajustados o confeccionados en materiales que
no permitan transpirar notoriamente a la piel, aún cuando no se trate
exclusivamente de las zonas íntimas.
Enfermedades de Transmisión Sexual
Las
enfermedades de trasmisión sexual son otro de los grandes enemigos de la
higiene femenina. El método más eficaz para prevenir estas enfermedades es el
uso de preservativo, que además es uno de los métodos anticonceptivos más
eficaz.
Menstruación
Durante la
menstruación la higiene femenina adquiere mayor relevancia aún. Pero aquí los
temas tabú también están presentes. No
es recomendable que utilices spray o desodorantes femeninos porque son
contraproducentes: eliminan los agentes de limpieza que produce el
cuerpo naturalmente. Sí es bueno que
cambies las compresas o los tampones con frecuencia.
Ducha diaria
Para la higiene femenina general es importantísimo que tengas la práctica
cotidiana de ducharte.
Todos estos
consejos, generales y específicos para las zonas íntimas, tienen en cuenta el
funcionamiento normal del cuerpo de las mujeres y no eximen a nadie de la
visita al ginecólogo, al médico general o al dermatólogo.
Porque nunca dejas de jugar...
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