Las alergias están
presentes en, al menos, una tercera parte de la población del mundo. Se podría
decir que hay tantos tipos de alergias como objetos, compuestos y elementos
tiene la Tierra, pero sí es cierto que hay un grupo de ellas que pueden ser
considerada comunes: polvo, gramíneas, a animales, o ciertos alimentos, por
ejemplo. Y es que en realidad, aunque casi cualquier cosa podría llegar a
producir un efecto alérgico, como los tampones, son solo los alérgenos con los que más entramos en
contacto en nuestro día a día, los que acaban siendo susceptibles de convertirse en nuestro
punto débil. Dentro de los objetos que pueden llegar a formar parte
de nuestra vida diaria, y que, por lo tanto, mantienen cierto riesgo de
provocarnos una reacción, encontramos los condones.
El preservativo,
usualmente hecho de látex, puede verse como un cuerpo extraño para nuestro
sistema inmunitario, no solo debido al material con el que está compuesto sino
porque, para aumentar su efectividad, se les dota de muchos compuestos
químicos: espermicidas, lubricantes... así que, con un uso repetido de este,
algunas personas podrían llegar a reaccionar negativamente.
Es un problema serio.
No solo por las implicaciones de salud que conlleva sufrir un episodio alérgico
en el pene o la zona vaginal, sino porque los condones son uno de los medios
anticonceptivos más usados y, además, de los principales para evitar las enfermedades de transmisión
sexual. Es por ello que tanto los hombres como las mujeres, aunque la
incidencia es mayor en ellos, que padezcan alergia a los preservativos, se
pueden encontrar ante un problema serio. Por suerte hay solución.
Pero, ¿qué causa la alergia al
preservativo?
Hay que tener en
cuenta, de hecho, que no hablamos en realidad tanto de "alergia a los
condones" como de alergia al látex. Es el material del que está compuesto
el causante de la reacción y, a grandes rasgos, el mayor culpable. A día de hoy
existen más de 40.000 objetos cuyo elemento
básico es el látex: guantes, chupetes, globos, pegamentos, bañadores y
por supuesto, el objeto sobre el que hablamos también. Así, las proteínas
presentes en este material producen una reacción en nuestro sistema inmunitario
que, a la larga, se traduce en la aparición de esta alergia. Así, se podría
llegar a padecer sin siquiera llegar al uso de los condones propiamente dicho.
Pero es cierto que los preservativos pueden llegar a convertirse en el elemento
de látex más usado en el ambiente cotidiano y, debido a su función y a la zona
de contacto, es de los más predispuestos a provocar la aparición de esta.
¿Qué síntomas me harían descubrir que
padezco esta alergia?
Las histaminas pueden
llegar a causar muy diversos síntomas según a qué alergia nos enfrentemos, pero
en el caso de la alergia latex tenemos que separarlos según hombres y
mujeres porque acusan ciertas diferencias.
En hombres es habitual
encontrar irritación, picores y sequedad además de, en algunos casos, ojos
llorosos, estornudos y erupciones en la piel. De carácter instantáneo, en las mujeres no es raro
encontrar, además de eso, mal olor vaginal, irritación de la zona y, debido al
carácter sensible de esta cavidad, urticaria, angioedema, asma o, en los casos
más graves, anafilaxia. Todos estos signos son de rápida aparición pero, en
algunos casos, podrían hacer acto de aparición tras varias horas desde el
contacto. De todos modos, en todos los casos se produce la sensación de quemazón e incomodidad
durante el acto sexualque podría, aunque no grave salvo en la
anafilaxis, producir frustración en la pareja por no poder disfrutar por
completo.
¿Qué hacer ante una reacción alérgica
al preservativo?
Dependerá, sobre
todo, de la gravedad de esta. En el caso de reacciones leves -como la
irritación, la sequedad, los picores o las erupciones- bastará con dejar de
mantener contacto directo con el condón. Quitárselo será suficiente para, tras
lavar la zona afectada, que la reacción se detenga tras un breve período. Pero
en los casos más graves será importante asistencia
médica urgente. Tener nuestros antihistamínicos a mano será una
precaución importante a tomar y, en los casos de mayor sensibilidad,
adrenalina. Hay que tener en cuenta que es una alergia poco común y, como no
suele estar diagnosticada, hay que estar atento a cualquier posible síntoma
para actuar con la mayor prontitud posible.
¿Se acabaron los condones para mí?
La mejor manera de
combatir la alergia es, siempre, no entrar en contacto con el elemento que nos
lleva a estas reacciones tan desagradables. Pero siendo el sexo un ámbito en el
que hay que andar con cuidado si se deja de lado el condón por las posibles
enfermedades y embarazos, es mejor buscar una alternativa a dejarlo de raíz.
Dejando de lado las diferentes opciones anticonceptivas, que no es el tema que
tratamos, existen dos vías directas de sustitución de los preservativos por
otros más aptos para su uso en alérgicos. Hablamos de los condones hipoalergénicos, hechos
con una base de látex que no nos causa ninguna reacción y, por ello, el cambio
más directo y saludable para estos casos. Tenemos otra opción, los condones de piel natural.
Pero, si bien tienen el mismo nivel de efectividad para prevenir embarazos,
debido a su nivel de porosidad no son buenos protectores para la transmisión de
ETS. Así que, para aquellos que quieran seguir usando preservativos en sus
relaciones por encima de otras opciones anticonceptivas, estas dos alternativas
son las mejores para protegernos de nuestra alergia.
De todos modos, y
porque siempre es mejor una opinión experta, cuando se tengan dudas sobre la
posible existencia de la alergia es
mejor que vayas a tu médico especialista para que te pase las
pruebas y descartar o no su presencia. Y, tras esto, comentar las distintas
posibilidades que se abren ante ti.
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