Las películas pornográficas y las revistas con contenido sexual han
existido desde hace muchos años. Muchos hombres, en especial, son fanáticos de
la pornografía, pero por suerte, muchos comparten su gusto por ella con su
pareja. Las mujeres son, por lo general, las que no se sienten tan a gusto si
descubren que a su pareja le encantan las películas triple X. Sin embargo,
otras se apuntan para disfrutarlas y usarlas como un arma para reavivar su
relación de pareja.
En resumidas cuentas, la pornografía, ¿beneficia o
perjudica a tu relación amorosa?
Es mucho más
común que los hombres admitan que les gusta pasar un buen rato viendo
pornografía, ya sea en el Internet, por medio de una película o viendo revistas
con mujeres desnudas. Las mujeres, en cambio, no se inclinan tanto hacia la
pornografía, porque ellas prefieren un encuentro sexual real con sus parejas. No
es un secreto que los hombres responden mucho mas a los estímulos visuales
cuando se trata de sexo y las mujeres a estímulos auditivos y emocionales.
Sin embargo,
algunas mujeres llegan a preocuparse si sus parejas ven pornografía. Se
preguntan si su pareja ya no se siente atraída hacia ellas o si quizás prefiera
ver pornografía que tener sexo con ellas.
Antes de
preocuparte, te cuento que hay estudios sobre comportamientos sexuales que
indican que menos del 5% de los casos de los hombres a quienes les encanta la
pornografía, tienen problemas en su vida diaria y en su relación de pareja
debido a esa afición.
La pornografía
sólo se vuelve un problema si tu pareja no logra excitarse para tener
relaciones más que acudiendo a estos estímulos. O si se vuelve una adicción y
ya no está tan interesado(a) en tener sexo contigo y gasta mucho dinero en
contenido “porno” o cibersexo. También puede volverse un problema si te das
cuenta que tu pareja disfruta viendo contenidos sexuales que no son socialmente
aceptados o presentan un dilema ético, como el sexo con animales o con niños.
Sin embargo,
las películas para adultos pueden ser usadas para favorecer a la pareja: los
dos pueden disfrutar de la pornografía para avivar o darle un toque nuevo a su
sexualidad. También el hecho de ver pornografía juntos puede llevarlos a ser
más honestos respecto a sus deseos y sus fantasías.
Es probable
que tú o tu pareja vea pornografía para disfrutar de algunas fantasías sexuales
que no se atreve a contarte por vergüenza. Es entonces cuando la pornografía
puede convertirse en una herramienta muy útil para hablar abiertamente del
tema, de lo que te gusta a ti, de lo que le gusta a él o a ella y de lo que
quisieran explorar juntos.
Como ves, la
pornografía no necesariamente significa que tu pareja no tiene interés en ti.
Puede ser que simplemente no se atreva a confesarte ciertos gustos o que piense
que tú lo ves como algo malo. De cualquier manera, puede convertirse en una
buena forma de explorar nuevos terrenos en el plano sexual y de la intimidad.
Pero si hay
algo que no te hace sentir cómodo(a), es importante que se lo digas
honestamente a tu pareja. No aceptes conductas sexuales que no te agradan
simplemente por satisfacer a la otra persona. Es mejor hablar con sinceridad y
encontrar un punto en el que los dos puedan disfrutar plenamente de la vida
sexual en pareja, respetando siempre los puntos de vista del otro.
Porque nunca dejas de jugar...
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